martes, 12 de noviembre de 2013

Carta de Disculpa del Autor Impuntual

Querido lector:

Antepongo aquí mis disculpas, perdón si reiteradas, por mi atroz falta de puntualidad. No puedo alegar indisposición o desconocimiento de horarios. No voy a prolongar mi descrédito. Solamente puedo proponer que se me conceda una oportunidad, segunda o tercera, la que sea.

En primer lugar, me disculpo ante los lectores de la novela “Responsable y sin excusas” porque el disparate no se puede atribuir al personaje central Félix Merlo, sino a su autor que, planteadas las circunstancias de un crimen pasional para un ficticio 20 de Diciembre a las 11 a.m., no condujo a su protagonista a la escena hasta pasadas las cinco de la tarde, momento en el cual ya se había designado a un detective externo a la novela para la resolución del caso.

Y fue peor la insensatez en el relato breve “El hombre de los dos cañones” donde la acción se desarrollaba en la Siberia de mitad de siglo XX y en el cual hice aterrizar al grupo de expedición protagonista en 1998, por un equívoco que tuvo que ver con una siesta que se alargó más de lo previsto. Me lamento profundamente de este descuido.

Por otra parte, tengo otro error que enmendar que echó por la borda mi falso ensayo “La Intelectualización de la Antimateria” cuya estructura se basaba en el diálogo entre dos metafísicos que se entrevistarían durante una tarde entera en un hotel de Zúrich. Ninguno de los dos se presentó el día acordado y ni tan siquiera fui capaz de hacerlos coincidir en la ciudad en la misma fecha.  Las razones obedecen a motivos de embarazosa pereza, una vez llegó el día de la reunión todavía no había ideado los nombres de los dos intervinientes.

Y quizá el despiste que más lamento sea el que frustró mi novela romántica "Ella te ama, sí, sí, sí" cuya premisa partía del encuentro amoroso entre un joven agente de bolsa y una enfermera en el hospital, después de que el primero sufriese un golpe en la cabeza al derramarse una maceta de un balcón. Inmerso en una partida de tetris, olvidé mis labores y cuando aproximé al joven protagonista a la calle accidental, la maceta ya había sido arrojada minutos antes, agrediendo, curiosamente, a un personaje que tenía suma importancia en el segundo acto y al que mató en cuestión de horas.

Más distracciones hubo que no quisiera rememorar. Prometo desde ahora mismo derrotar a la impuntualidad y nunca volver a decepcionar a nadie dispuesto a leer cualquier escrito mío.


Con toda cortesía me despido,

El autor impuntual

martes, 3 de septiembre de 2013

Sin embargo

Allí la gente no caminaba hacia atrás, ni los ladrones perseguían policías, ni las consecuencias precedían a las causas, ni los tejados venían del viento, ni el llegar era el principio del  trayecto, ni el velorio anticipaba la muerte, ni el mar desembocaba en el río, ni las piedras tropezaban dos veces con un mismo hombre, ni el agua recién nacida era bautizada con niños fríos, ni el suelo caía sobre las hojas de los árboles en otoño, ni los óvulos marchaban en tromba en busca de un esperma, ni las ramas hacían nidos con trozos de pájaros, ni las cabezas emergían del cuero cabelludo, ni los westerns rodaban a John Ford, ni del plátano se comía la monda, ni de la penicilina se obtuvo el moho, ni del deseo emergía la estrella fugaz, allí al menos no.

Sin embargo, llegó aquel día un individuo a una calle frecuentada por los no privilegiados del reino. Sabíamos que era músico callejero por su uniforme de paria y su guitarra enfundada a la espalda. Encontró un hueco en una esquina que se ofrecía a cinco desvíos, con suerte el rincón más transitado del barrio, y allí desplegó el campamento. Hizo descansar su guitarra en el suelo y abrió la funda, pero allí no había guitarra sino monedas. Monedas de valor uno y dos. Diez y veinte. Y de cincuenta. Dejó la funda abierta frente a los viandantes, llena hasta arriba. Él, tras ella, sólo daba palmas e invitaba a los precarios espectadores a acercarse. Así el primero, el menos tímido y más pícaro, se aproximó y tomó una moneda, esperó el guiño de aprobación del músico y lo obtuvo. Y se marchó con su moneda y, como él, sucesivos pícaros y, tras éstos, un no tan pícaro, y las abuelas que paseaban nietos y los hombres rudos también se acercaron a tomar una moneda o dos. Y la gente arrogante y algunos que no aprobaban la práctica y la gente alta y la gente más melenuda tomaron su pequeño premio. También gente dócil y otros que se dedicaban al negocio de la filatelia y varios agentes de seguros y otros cuantos expresidiarios y pelirrojos. El artista ofreció reverencias y guiños a todos los que por allí tuvieron el detalle de agenciarse algún centavo, hasta que la funda se encontró vacía. Cerró la cremallera, colgó la funda de su hombro, y se marchó.

Me acerqué y le supliqué que me dejase agradecerle tan conmovedor gesto con otro gesto mío y le ofrecí varios billetes. Los aceptó con gusto y me confesó que le venía muy bien algo de cash flow.


martes, 6 de agosto de 2013

Caballeros 2000

Finalmente y cumpliendo unas expectativas realmente optimistas, nuestro cortometraje 'Caballeros' ha alcanzado las 2000 reproducciones en sus primeros 6 meses de existencia cibernética. Los Anestesia Films nos encontramos satisfechos tanto del resultado como de la acogida y estamos deseando parir un nuevo engendro al mundo para demostrar que no sólo de orinales está hecho nuestro universo.



 Nos vemos pronto en las alcantarillas de la interné. Un saludo.

domingo, 4 de agosto de 2013

Ajedrez por correspondencia

Estimado Hildeberto:

Recibí su última carta con tres días de atraso debido al disparatado error del nuevo muchacho del correo que, nuevo en su oficio y en el uso del cerebro, desconocía que su itinerario no terminaba al principio de la colina, sino que seguía hasta el otro lado de ella, donde resido con mi amada esposa Oristela. 

Además de este absurdo, me he tomado al menos cinco días para meditar sobre mi siguiente movimiento. Le puedo garantizar que no he sido ni mucho menos perezoso, sino que he llegado a invertir 14 horas, este mismo domingo, en reflexionar sobre las posibilidades de la partida. Alcancé así la ineludible conclusión de que usted puede lograr el jaque mate en 6 movimientos. No se crea que no me quité un peso de encima cuando asumí lo inevitable de la derrota. Fue tanto un alivio para mi estresado espíritu como para el de mi esposa que había empezado a perder los estribos con mis flemáticas inmersiones en el universo de la partida.

domingo, 28 de julio de 2013

No le des a tu hijo una cámara

Al final del texto les voy a mostrar uno de mis primeros cortos: "Mañana", filmado con catorce años y protagonizado por mí (con apariencia de tener 11, como de costumbre) y una amiga muy especial que únicamente aparece al final.

"Mañana", que nunca tendré claro si se traduciría como 'morning' o como 'tomorrow' y que nunca sabré si es un juego intencionado, es una pieza surrealista, casi de corte experimental. Quién sabe qué fue lo que la motivó. Quizá había ya alguna influencia de algo que hubiese visto de Lynch y que me indujese a pensar (erróneamente) que el surrealismo carece de reglas y que todo vale en él.

sábado, 22 de junio de 2013

La reivindicación de Tinieblas González

Este vídeo llega a mí con dos años de retraso, pero, por suerte, ha llegado. Tinieblas González es un ourensano con pintas pero, además, es un director de cine que después de arrasar en el mundo del cortometraje dio el salto al largometraje con Alma sin dueño*. 

En esta rueda de prensa, Tinieblas nos cuenta todo el mamoneo al que le sometió su propia productora Alma Ata, hasta el punto de perder por completo su película y no tener posibilidad de conseguir ni una copia para él.


Recomiendo también este artículo en Bloguionistas**, que resume y comenta el caso:
http://bloguionistas.wordpress.com/2011/09/22/6649/

jueves, 20 de junio de 2013

Gary Gibson es John Winston Lennon

Mucho se ha hablado ya sobre William Campbell, el héroe que suplantó la identidad de Paul McCartney en 1966 tras el fallecimiento de éste, en un brutal accidente*. Campbell salvó a toda una generación de la pérdida de un referente que hubiese marcado sus vidas de forma sangrienta, ocasionando una herida insuperable en una etapa de profunda evolución espiritual para la juventud. Aprovecho para reivindicar la figura de William Campbell que sacrificó su propia vida e identidad, su familia y sus creencias para convertirse en alguien que no era pero que no podía morir.

Con John Lennon, el hippie, sucedió lo contrario. De Lennon conocimos su trágica muerte por sobredosis de plomo en el organismo. Pero, ¿es realmente John Winston Lennon el que murió esa noche del 8 de Diciembre de 1980 en la puerta de los Dakota Apartments en Nueva York? Todo apunta a que no fue él realmente quien murió allí, sino un doble**. La propia Yoko Ono asegura que los instantes previos al asesinato pecibió algo distinto en el semblante de John. ¡Lógico! Se había intercambiado con su doble antes de subir al taxi.

lunes, 17 de junio de 2013

Monte Alto



Éste es un trabajo que he presentado para la asignatura de Dirección de Fotografía. Quería hablar un poco de este nuestro barrio con imágenes, con un montaje peculiar y con un blanco y negro que no tengo claro como justificarlo expresivamente, pero que me parece bastante oportuno para lo que quiero contar.

Algún día me extenderé en hablar de Griffi, responsable del tema (Kinkisistema, de Chacho Brodas), que me parece el tipo más talentoso que ha tenido el rap español en su historia. En otra ocasión será.

viernes, 14 de junio de 2013

Veintiuno

No era el mejor bajista de las islas, quizá ni el mejor de su barrio, pero era nuestro bajista, y para nosotros siempre será el mejor. 

Tocaba con desgana, eso sí, como exige el canon. Recordaba a un torpe John Paul Jones o a un novato John Enwistle, pero nadie le niega cierta magia. A veces le costaba animarse a coger su instrumento para regalarnos unas notas, un "Sweet Home Alabama" con el que poder brindar todos juntos. Dios no le había dado el don, al menos no a sus dedos, pero ¿por qué íbamos a pretender cambiarlo? Tocaba mal de cojones, pero era un santiño.

Ahora, el veintiuno, nuestro bajista, abandona, y lo vamos a echar un poco de menos. Falta tiempo en la eternidad para agradecerle todo lo que debiéramos.

martes, 11 de junio de 2013

El Examen de Flauta

Los nervios le llegaron a Golondrino ya en el momento en que presentó sus fauces frente al desayuno. Una náusea devoró sus vísceras y el estómago se plegó sobre sí y decidió no abrir compuertas.

Desenfundó la flauta de su estuche y la condujo a sus labios. Intentó simular mentalmente la escena del examen: su nombre, el duodécimo de la lista; el camino hacia la tarima, golpeado por el hijoputismo silencioso de sus compañeros; la mirada de la profesora, la manía de ésta de ejercer de metrónomo golpeando la mesa con sus uñas largas y duras; la última inspiración de aire antes del primer soplido. Y sopló con total perfección Scarborough Fair, sin apenas violentar la belleza de su melodía.

El lapso de tiempo que medió entre este último ensayo y el desapasionado esperpento musical que concedió el alumno undécimo de la clase, le resultó a Golondrino eterno en su transcurrir pero peligrosamente breve en su terminar. Pronto le invadió la clásica sensación de alboroto cardíaco, de náusea desbocada y de bloqueo mental neurótico. Sensación incrementada al máximo durante el camino desde su pupitre a la tarima, hostigado por las puñaladas ópticas de sus inquietos compañeros. 

martes, 4 de junio de 2013

El Gran Roger

Los amigos de Anestesia Films, agitadores audiovisuales amateurs, hemos grabado un sketch particularmente insultante hacia el cine. Se trata de una parodia del opening de El Gran Lebowski. Aunque quizá no tengamos suficientes pelotas para parodiar a los hermanos Coen, valdría más llamarlo homenaje. Porque también silbar en la ducha la Novena es homenajear a Ludwig Van, y también pintar una polla en una servilleta es homenajear a Miguel Ángel. Con timidez, admitiendo la grandeza del artista y la propia miseria de uno mismo. Ésto es "El Gran Roger":


Aquí una tabla comparativa de planos.


Espero, de veras, que os entusiasme a todos tanto como a nosotros hacerlo.

domingo, 2 de junio de 2013

Gerardus M.

Fue la hermana de Gerardus M., nacido y vivido en Utrecht, la que constató las fatigosas ocurrencias de éste acerca de su propia mortalidad. Ella, psiquiatra reputada, las describe en un extensísimo informe médico a modo de síntomas de un trastorno mental. He traducido el informe a nivel de relato para, no sólo ayudar a su comprensión, sino para reinterpretar los hechos, que yo entiendo que son demasiado románticos para ser considerados productos de una mera dolencia psíquica. 

Gerardus M. cumplía su vigésima primavera durante una época ciertamente turbulenta en su vida. Se había acomodado a guiar su existencia bajo el lema “vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver*” y a punto estuvo de cumplir con esos tres mandamientos. Acostumbraba a bombardear sus receptores del placer con narcóticos y con la depravada compañía de juerguistas anónimas, e inmerso en una heroica orgía de serotonina, Gerardus M. sintió como 3 años de su vida acontecían en un tiempo record de sólo 3 meses.

Tras cierto punto de inflexión, cuya causa Gerardus nunca admitió, decidió poner fin a su enloquecido modo de vida. Regresó a casa de su madre para practicar una suerte de desintoxicación. Lo logró con entereza y se consideró (y lo consideraron) un hombre nuevo encaminado a ser uno de provecho.

Dreyfuss

Este blog se llama Richard Dreyfuss.

Es casual que coincida en nombre y apellido con el actor Richard Dreyfuss. En un universo en el que no exista Richard Dreyfuss, o que lo haga con un nombre diferente, este blog seguiría existiendo bajo esta misma denominación. Es la que le fue dada y, por tanto, la única adecuada a sus características.

La temática del blog como ya adelanté en twitter va a ser radicalmente miscelánea. Religiosamente miscelánea. 

Yo, por mi parte, tendría altas expectativas de un blog titulado Richard Dreyfuss, pero también me acercaría a él con cierto recelo. ¿Qué sé yo? Yo me conformo con que los textos se subdividan en párrafos no muy largos. Los párrafos gordos estimulan la pereza. Y me gusta que entre cada palabra haya unos píxeles vacíos, se me hace cómodo. Agradezco cuando los bordes están justificados. Cuento con todo ello en este blog.

En el peor de los casos apedrearemos a su autor, seguro que prefiere eso que ser ignorado.